miércoles, 25 de septiembre de 2013

¡Y sale la vena antimilitarista!
Cierto que los Gi J.O.E.s eran unos militares un tanto extraños a nuestra cultura, pero  nuestros niños con ellos empezaron a admirar a los chusmones. Uno de sus personajes, pelirrojo, montado en una especie de tanqueta,  es el júa de este año. El tema, como otras veces, fue sugerido por mis hijos, pero en este caso yo estaba de acuerdo en quemarlo.



Como de costumbre, los días de elaboración del júa suponían, dado el tamaño de muñecos y vehículos, el tener durante una temporada, media casa enfollonada con cartones, cinta de embalaje, pintura, y lo peor, el aserrín de relleno, la pólvora…



Alicia, disfrazada de “Alicia en el país de las maravillas”, confraternizando con el  forastero. Coincidiendo con la quema, los peques organizaban fiestas de disfraces, picoslabis, y otros eventos.




Alicia montada en la tanqueta. Pablo estaría jugando a los Gi J.O.E.s con los amigos.


                            Ali posa con poco espíritu combativo.


La llamarada de encendido va a cargo de la carga de pólvora que lleva en diferentes rincones de la tanqueta.


Sobre la llama pueden verse lo que parecen dos palomas echando a volar despavoridas, pero es un efecto óptico (o eso espero). No deja de ser curioso que el  tema antimilitarista trate de quemar un símbolo pacifista como una aparición.




                    Ardió con ganas. Otro año que se cumple el rito…

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