lunes, 2 de septiembre de 2013

La necesidad de ordenar la selva.
                Seguimos en la exposición de la Sociedad Económica de Amigos del País (para los amigos La Económica) en la plaza de la Constitución de Málaga. Habíamos visto unos cuantos paisajes de la Finca de la Concepción y cómo la selva dejada a su aire es difícil de pintar. Tras el ensayo con el óleo, la témpera y la acuarela, decidí organizar el caos con una estructura base, y así surgió la idea de sintetizar previamente la composición del motivo con unos planos en collage. Sin dibujo previo, sólo con unos retales de papel o cartulinas, cortados o rasgados a mano alzada, organizaba los diferentes niveles de fondos. Sobre ellos, con acuarela y témperas introducía el detalle en los focos que debían tener más complejidad.
                El primer ensayo muestra aún una aproximación al desorden:
  

                     Así es en esta “Pequeña cascada entre bambúes jóvenes”. Muestra bien el ambiente descuidado del jardín, aunque los papeles rasgados a mano tienen un contorno poco estructurado. Alguna de las texturas de papel son guardas impresas de libros antiguos.


              

                  Estas ruinas junto a la alberca consiguen un poco más de estructura, aunque no se evidencia, como ocurrirá más tarde, el juego compositivo del collage, en el que los recortes tienen más peso. Precisamente esta zona del jardín ha perdido solera con la reforma reciente y ha ganado excesivo hormigón.




                 El rincón descaradamente tropical de la casita del jardinero, a través del bosque de bambúes. La Asociación de Amigos del Botánico tiene ahora su sede en este refugio.




                  Una pergolita de hierro muy oxidada, olvidada de todos, junto a una notable Beaucamea o pata de elefante.




                             En este grupo de árboles junto al palacio se definen como muy importantes ya los recortes. Con abundantes retales de guardas antiguas.




             La vista del palacio con la fuente del niño Tritón delante. En ella el collage sigue cobrando fuerza, aunque con recortes más minuciosos por los detalles arquitectónicos.




              Otro estudio de los grandes árboles junto al Cenador de las Glicinias, en él se aprecian bien los recortes de guardas antiguas de libros.



        
            La vista de los dos puentes desde el paseo. El de ambiente clásico e inspiración romana en primer término, y el de curvado japonés y línea modernista al fondo. Al fondo una cascada y abajo, junto al lecho del arroyo las enormes montseras.

                  


               La composición de fondos se vuelve abstracta en este banco de la zona de bambúes jóvenes. Recortes geométricos que sitúan sólo aproximadamente la posición de los elementos.

            


                El juego de positivo y negativo en los fondos se vuelve fundamental en este arriate de bambúes jóvenes.
Con esta serie de paisajes del Botánico pasamos a los cuadros grandes de aquella exposición.




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