La necesidad de ordenar la selva.
Seguimos en la exposición de la Sociedad Económica de
Amigos del País (para los amigos La Económica) en la plaza de la Constitución
de Málaga. Habíamos visto unos cuantos paisajes de la Finca de la Concepción y
cómo la selva dejada a su aire es difícil de pintar. Tras el ensayo con el óleo,
la témpera y la acuarela, decidí organizar el caos con una estructura base, y
así surgió la idea de sintetizar previamente la composición del motivo con unos
planos en collage. Sin dibujo previo,
sólo con unos retales de papel o cartulinas, cortados o rasgados a mano alzada,
organizaba los diferentes niveles de fondos. Sobre ellos, con acuarela y
témperas introducía el detalle en los focos que debían tener más complejidad.
El primer ensayo muestra aún una aproximación al
desorden:
Así es en esta “Pequeña
cascada entre bambúes jóvenes”. Muestra bien el ambiente descuidado del jardín,
aunque los papeles rasgados a mano tienen un contorno poco estructurado. Alguna
de las texturas de papel son guardas impresas de libros antiguos.
Estas ruinas junto a la
alberca consiguen un poco más de estructura, aunque no se evidencia, como
ocurrirá más tarde, el juego compositivo del collage, en el que los recortes
tienen más peso. Precisamente esta
zona del jardín ha perdido solera con la reforma reciente y ha ganado excesivo
hormigón.
El rincón descaradamente
tropical de la casita del jardinero,
a través del bosque de bambúes. La Asociación de Amigos del Botánico tiene
ahora su sede en este refugio.
Una pergolita de hierro muy
oxidada, olvidada de todos, junto a una notable Beaucamea o pata de elefante.
En este grupo de árboles junto
al palacio se definen como muy importantes ya los recortes. Con abundantes
retales de guardas antiguas.
La vista del palacio con la
fuente del niño Tritón delante. En ella el collage sigue cobrando fuerza, aunque
con recortes más minuciosos por los detalles arquitectónicos.
Otro estudio de los
grandes árboles junto al Cenador de las
Glicinias, en él se aprecian bien los recortes de guardas antiguas de
libros.
La vista de los dos puentes desde
el paseo. El de ambiente clásico e inspiración romana en primer término, y el
de curvado japonés y línea modernista al fondo. Al fondo una cascada y abajo,
junto al lecho del arroyo las enormes montseras.
La composición de fondos se vuelve
abstracta en este banco de la zona de bambúes jóvenes. Recortes geométricos que
sitúan sólo aproximadamente la posición de los elementos.
El juego de positivo y negativo
en los fondos se vuelve fundamental en este arriate
de bambúes jóvenes.
Con esta serie de paisajes del Botánico pasamos a los cuadros grandes de
aquella exposición.
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