miércoles, 25 de septiembre de 2013

¡Y sale la vena antimilitarista!
Cierto que los Gi J.O.E.s eran unos militares un tanto extraños a nuestra cultura, pero  nuestros niños con ellos empezaron a admirar a los chusmones. Uno de sus personajes, pelirrojo, montado en una especie de tanqueta,  es el júa de este año. El tema, como otras veces, fue sugerido por mis hijos, pero en este caso yo estaba de acuerdo en quemarlo.



Como de costumbre, los días de elaboración del júa suponían, dado el tamaño de muñecos y vehículos, el tener durante una temporada, media casa enfollonada con cartones, cinta de embalaje, pintura, y lo peor, el aserrín de relleno, la pólvora…



Alicia, disfrazada de “Alicia en el país de las maravillas”, confraternizando con el  forastero. Coincidiendo con la quema, los peques organizaban fiestas de disfraces, picoslabis, y otros eventos.




Alicia montada en la tanqueta. Pablo estaría jugando a los Gi J.O.E.s con los amigos.


                            Ali posa con poco espíritu combativo.


La llamarada de encendido va a cargo de la carga de pólvora que lleva en diferentes rincones de la tanqueta.


Sobre la llama pueden verse lo que parecen dos palomas echando a volar despavoridas, pero es un efecto óptico (o eso espero). No deja de ser curioso que el  tema antimilitarista trate de quemar un símbolo pacifista como una aparición.




                    Ardió con ganas. Otro año que se cumple el rito…

martes, 17 de septiembre de 2013

¡Lo que cunde una exposición!
                Sí, porque aunque parezca mentira estoy todavía con aquella de “La Económica”. En ella, como había adelantado, apareció con cierta importancia el tema de los toros, aunque los aspectos que destacaban en esos cuadros eran los que contiene “la fiesta” de absurdamente dramáticos: no está tan lejos del circo romano. Fiesta y muerte… ¿por qué no un poco de sentido del humor también? 
                Esos ingredientes ya aparecían desde el primer cuadro de ese tema, y se acentúan en este segundo gracias al préstamo de un genio: el caballo del Guernica cedía su dramatismo a un prolegómeno casi trivial de la fiesta; el de picar al toro. En esa “suerte”, maldita la gracia, el caballo siempre se lleva la peor parte; en la noble lucha entre un señor con sobrepeso y el toro, siempre matan al mensajero.; en el toma y daca, (a ver quién se hace más daño) es el rocín el que siempre acaba destripado, y en eso últimamente estoy muy sensibilizado.
              

Un cuadro de 163 x 100 cms., realizado en temple a la cola y acrílicos sobre madera, contiene diversas formas de collage, desde papel, cuerda, y tela metálica, creando relieves. Junto al volumen real (positivo y negativo) aparece también la simulación del trampantojo.  La cabeza del caballo permite un leve movimiento al estar superpuesta y libre.



                En esta expo había otro préstamo de otro de los grandes, del cuadro de Cezanne “Los jugadores de cartas” esos abstraídos jugadores que están a lo suyo. Sacados de lo que parece un casino de pueblo, y trasladados por mí a una situación absurda con ese desnudo en primer término, una especie de odalisca entradita en carnes.


De este primer bocetillo en témpera se pasó a éste otro cuadro en temple a la cola  de 123,5 x 88 cms. “En el casino”.



Otro de los nocturnos, éste  inspirado por un suceso trágico, también lleva un pequeño homenaje a Warhol y sus famosas sopas Campbell’s.  El suceso fue el asesinato de un cajero del supermercado del Palo para robarle una cantidad absurdamente mínima. De nuevo la muerte y el absurdo, como si de una fiesta nacional se tratase. El título del cuadro “Supermarcado”, se lee en parte desde dentro.

Este era el primer boceto, y de él al cuadro definitivo el proceso fue bastante elaborado.
En él, el relieve de pasta de papel y la aplicación de metal repujado enriquecen los focos de interés.



Del tema taurino expuse un cuadro cinético: “Miedo”. En el que un primer término de un torero muestra palpitaciones de pánico.
Un cuadro de 100 x 81 cms. Pintado  al temple a la cola con aplicaciones de collage y con un mecanismo eléctrico.

La estructura embisagrada de la chaquetilla esconde un motorcillo que golpea la carcasa y al movimiento se une el toc –toc de las palpitaciones.

Continuará…

viernes, 13 de septiembre de 2013

Entre gatos y perros.
                El genial gato Gartfield es un personaje poco instructivo para los niños; más que bueno es malote (de hecho trae a maltraer a su compañero el perro Odie, en este caso su compañero de pira).
             

                Aquí el perro aparece, como de costumbre con un ojo morado y magulladuras, así era el trato que recibe del travieso gato, que se las ingenia para amargarle la vida.
                Alicia, con cinco años, y su vecina Anita posan divertidas con sus efímeros amiguitos.



                  
Están elaborados, como de costumbre de cartoncillo de embalaje y pintados con acrílicos. Rellenos de aserrín y petardos monstruosos, y fijados al tablero para mantenerlos erguidos.


                     Ya subidos a la pira monumental, esperan su hora ya cercana.


Los chavales de la urbanización se retiran prudentemente cuando prenden las primeras llamas.



Los fogonazos de pólvora se unen a las llamas amarillas. En unas horas todo se verá envuelto en el fuego purificador.



              Pronto sólo quedaran rescoldos para saltar la hoguera. De este júa hay menos información gráfica que de otros, sólo seis fotos, pero otro año superado.




miércoles, 11 de septiembre de 2013

La curiosa forma de encenderse la bombilla.
                A veces como un flash, otras lentamente y con necesidad de traducción, me divierte como se produce esa primera idea. Luego, en la transcripción, hay que tratar de encajar los recursos de la forma más efectiva posible, sin perder el carácter de esa primera impresión.
                Conservo muchos de esos esbozos en que trato de descifrar esa primera imagen. Luego puede ser muy entretenido el proceso de depuración de la idea, y, sobre todo, la fase de realización a gran formato, donde las habilidades son más importantes.

            

Una de las primeras imágenes del primer nocturno, la pareja en contraluz ya estaba, pero en primer término sólo una y no tres figuras.




Un primer boceto de “Dinamismo de nana”. En él ya se aprecian muchos de los recursos que iban a ser definitivos, aunque sólo a nivel de idea. La frescura que a veces tienen estos bocetillos es muy sugerente para la realización final.
              



Un primer esquema de “Amanecer de puntilla”, de la expo “El Papel”, éste sí evolucionó notablemente hacia la serie “Desayunos de trabajo”, combinándose dos líneas de inspiración por primera vez.
           

Los ingredientes eran ya más próximos al definitivo y la idea se podía decir que estaba suficientemente elaborada como para empezar “en serio”.




…Y un par de anotaciones “in itinere”, suena cursi ¿verdad?, de esas que  tengo que apuntar sobre la marcha para fijar la idea y trabajarla en casa. Es evidente que llegará a ser la señora del abanico en decollage de la serie “Mediterráneos”.


A veces también me he convencido de que el tema debía quedar abocetado a secas.           
      


         
                Tal vez sea recomendable mostrar el abocetado previamente al cuadro definitivo. En este “Bricolaje chapuza” comienza la serie que dio nombre a mi estilo.
Un primer esquema de cierta geometría, pero que aún no tenía más pretensiones que ser uno más de la serie de “Desayunos de trabajo”.


En el siguiente paso empieza a verse como los elementos van buscando otra forma de expresión compositiva. Aunque apenas han cambiado.

Pero debe dar un giro en un momento dado.


La composición ya lleva camino de la definitiva. La geometría va controlando el orden definitivo, con guiños al cubismo.
            


        

Seguiremos tras otra candelita con otros cuadros de esta exposición de La Económica con sus bocetos previos.


domingo, 8 de septiembre de 2013


¿Quemar a los “buenos”?
                Cansados de tratar con malotes, al fin y al cabo son buenas personas, mis hijos decidieron que se inmortalizara a los buenos. Ya el científico de Fragel rock del año anterior no era demasiado malo. Este año se decide que los más populares son los simpáticos robots de la Guerra de las galaxias:  R2D2 y C3PO. Tampoco es que sean las amistades más apropiadas para unos niños de ocho y cinco años, pero sería más grave algún otro personaje friqui como Mr. Spock.
             

    Dos pulidos artefactos muy elaborados, de tamaño natural, que hicieron las delicias de los enanos.


Aunque el cartoncillo “de guitarra”, usual en los embalajes, no se presta a superficies muy pulidas, se trataba de quemar lo reciclado, así que el detalle y la pintura le prestaba el carácter sofisticado y técnico.

                           

            De hecho, incluso tenían una instalación de lamparitas con pilas en los ojos.


               
            …Como podemos apreciar en las pupilas de R2D2 en este primer plano
                
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Mirando al atardecer.



 La superficie dorada y pulida del simpático personaje mejora el aspecto tecnológico y rico.
      

Aquí los dos esperan unidos la noche.


El sol cae…


                                 
La mirada alucinada del héroe y su cinturita de avispa.


      Al fin montados en la pira.


Los chiquillos rodean el montaje. Ansiosos.


      En esta foto se aprecian los ojos iluminados.



         A punto de fenecer pasto de las llamas.



      Es el fin.



viernes, 6 de septiembre de 2013

Toros en la noche.
                En los cuadros grandes de la expo en La Económica aparecen ya varios de los temas más queridos: toros, nocturnos, mediterráneo, alguna introducción al gótico… Van surgiendo sin yo notarlo, depende del estado de ánimo supongo. Frente a cuadros dramáticos y coloristas –toros- se dan otros mucho más relajados como los paisajes o mediterráneos, y también aparecen algunos nocturnos con tonos más grises, pero no melancólicos.
                De ellos ya os he mostrado el Mediterráneo con la dama del abanico, ¿recordáis? La del abanico y vestida de mantilla, con Málaga al fondo.
                Pues bien, cambiando de tema, como es mi costumbre, pasamos a un tema nada frecuente entonces; el rugby. Me interesaba la sensación de fortaleza del rugby americano contrastada con el tema del papel, que era el tema de la expo anterior –usualmente arrastro los temas de exposiciones anteriores en las siguientes-.        


Un jugador en plano americano, ocupando todo el cuadro, e incluso saliéndose de él; la hombrera sobresale del rectángulo y el casco está en relieve. Tiene dos elementos muy dispares en collage: el protector del casco (una jabonera de acero) y el balón (dibujado en una hoja de bloc por aquello del contraste humorístico de fuerzas entre la figura y el ligero papel).
Mide un metro por ochenta y un centímetros –sin contar el hombro saliente- y está pintado sobre madera con acrílicos y temple a la cola (los procedimientos más usuales en mis cuadros).
El gesto dinámico de la pincelada trata de acentuar el dinamismo del tema, y la figura carga hacia el lado opuesto a la lectura como si nos esquivara. El contraste entre la complejidad de tratamiento del cuadro y la simplicidad del papel, así como la posición de éste, resaltan la importancia del balón como absurdo.

De nuevo un dribling y me voy al extremo opuesto; surge el primer nocturno. Con tema de movida juvenil. Las relaciones humanas de noche. Muy sugerente este tema que luego se acentuaría hacia un carácter más erótico: la serie “Después…”.


Tres jóvenes charlan a la entrada a una disco. Al fondo, en contraluz, un garabato con barras de color dibuja la silueta de una pareja. Un tema simple urbano. El tamaño, la gama de color, y la luz le dan el atractivo cuando nos acercamos a él. El tratamiento de la forma y la pincelada empieza a ser bastante expresionista.
Un cuadro grande, 188 x 150 cms. Sobre madera. Un marco rudo, de madera de embalaje, en negro lo completa.

Un cambio de tercio –nunca mejor dicho- y me apetece una de toros; extraño porque nunca me había planteado el tema. Me gusta destacar no tanto la fiesta, que maldita la gracia que tiene la muerte, sino el absurdo dramatismo que conlleva la tal fiesta. Luz y colorido adornando la muerte, el absurdo está servido. El humor sigue presente.
La primera idea fue esta:

             
Que se fue concretando en algo muy parecido, sólo que de casi cuatro metros cuadrados de tamaño:


Así era “La mala tarde” cuando se expuso. Un cuadro grande, de 181 x 181 cms, pintado en temple a la cola, collage y movimiento. Formado por cuatro piezas independientes de 100 x 81 cms. organizadas en espiral. En él se destaca el final desastroso de una corrida; el torero, junto a un manager con pinta de facineroso huye del público cabreado. En el recorte de la ventanilla, la cabeza del torero se esconde –tierra trágame –con un sonido de aleteo, tras tirarse de una cuerda que el público mismo accionaba.


…Y así quedó resumido después. Cogí el momento pregnante, la pieza clave, y deseché las otras por no aportar gran cosa al cuadro.
Por último le puse un marco de corte taurino, una combinación de burladero y cuernos. (La flecha roja de abajo indica que podemos accionar el mecanismo).


…Que no es visible, pero que sería motivo de escarnio:


Un elemental juguete infantil da vida a la vergüenza torera.